sábado, 12 de junio de 2010

Aspectos legales de la leña.

Hace unas semanas, a mi casilla electrónica, llegó un correo indicando que había ingresado al parlamento un proyecto de ley muy importante para la leña. La pregunta que surgió en ese minuto fue ¿Qué es lo que dice dicho proyecto de ley? Aprovechando los infinitos recursos de la Internet, ingresé a la página de nuestro poder legislativo y cual fue mi sorpresa, encontré no uno sino seis proyectos presentados, desde 2006 a la fecha, que involucran a la leña como combustible. Dos de ellos se relacionan con las energías renovables; tres se relacionan con el uso de la leña y uno define a la leña como combustible. A mi entender, éste último proyecto de ley implica un cambio radical con todo lo relacionado con la leña. A la fecha, la leña es el segundo recurso energético primario usado a nivel nacional, después del petróleo (la electricidad se define como un recurso energético secundario) y seguido por el gas natural. Y lejos es un recurso energético que presenta muchas ventajas frente a las alternativas existentes, petróleo, gas natural, electricidad. Pero, aún hoy, la leña como recurso energético no esta definido como tal en ninguna ley, esto quiere decir, que legalmente la leña no existe, lo que representa una gran debilidad de nuestra matriz energética.

¿Cómo es posible que una de las más importantes fuentes de energía no posea un marco legal que la regule? La regulación de éste recurso, implicaría no sólo saber que tipo de terreno estamos pisando, también implica una cantidad importante de recursos para el estado, a través de impuestos que hoy no se pagan; el cuidado de nuestro medio ambiente, evitando la deforestación innecesaria, la contaminación atmosférica de los grandes centros urbanos, la emisión de gases de invernadero, CO2, el mal uso de la energía, y un gran etc. Algunos de éstos puntos son tomados en cuenta en el trabajo que viene desarrollando desde hace varios años el sistema nacional de certificación de leña, SNCL. Aquí se certifica a los comerciantes que cumplen cuatro principios: la formalidad del comercio de leña, el origen de la leña, el servicio al cliente y la calidad que presenta la leña.

Espero que el trabajo de nuestros legisladores tomen en cuenta toda la experiencia que el sistema de certificación ha conseguido en los últimos cinco años y logren generar un cuerpo legislativo acorde a las necesidades actuales y futuras de un recurso que debemos de dejar de mirar como de segunda clase y comenzar a mirarlo como una fuente de energía, limpia, renovable y sustentable. Ésto puede ser un gran aporte desde un país cuya superficie boscosa representa más del 20% del total y, que además, no posee fuentes energéticas fósiles. La leña o usando un término más de moda, la biomasa, puede ser parte de la solución al abastecimiento de nuestras necesidades energéticas, pero para ésto necesitamos las mismas voluntades políticas que hicieron posible que la planta de gas natural líquido, GNL, en Quintero comience a operar a tan sólo cinco años desde que se dio el vamos por el presidente de la República de aquellos años. Como referencia la planta de GNL presenta hoy una inversión de US 1.110 millones a 15 años plazo. Si la sociedad, el estado de Chile y los empresarios, invirtiera el 10% de esa cantidad en el mismo periodo de tiempo podríamos darle solución al problema del abastecimiento energético a nuestro país y al mismo tiempo convertirnos en referencia mundial. En periodo de elecciones en donde los candidatos quieren temas país, la energía sustentable es uno de ellos, sólo basta tomar el desafío.